Es un padecimiento que condiciona a un crecimiento desordenado y exponencial de las células. Clínicamente se refleja en tumores malignos que tienen la capacidad de invadir tejidos sanos, alterando su funcionamiento.
Las causas son multifactoriales. Se sabe que el cáncer se puede asociar a múltiples mutaciones genéticas, exposición a ciertas sustancias (toxinas, químicos, humo del tabaco), factores ambientales (rayos UV), infecciones por virus (papiloma humano, hepatitis B y C) y factores hereditarios (síndromes y cáncer hereditario).
Existen recomendaciones en estilo de vida y hábitos que reducen el riesgo de presentar cáncer. En algunos pacientes es posible la quimioprevención con medicamentos.
Practicar deporte, dieta rica en frutas, vegetales y fibra, uso apropiado de bloqueador solar, vida sexual responsable, esquema de vacunación completo.
La detección se realiza, generalmente, a través de algún estudio de imagen o procedimiento de mínima invasión.
Depende de la etapa de la enfermedad, siendo más factible la erradicación del cáncer en etapas tempranas y en menor medida en etapas avanzadas o cáncer metastásico.
Cada paciente cuenta con un diagnóstico individual que le confiere características clínicas y de expresión genética propias de su enfermedad. Actualmente, gracias a los avances de análisis molecular en el tejido tumoral, es posible catalogar las neoplasias en varios subtipos moleculares, lo que predice variaciones de la enfermedad respecto a su comportamiento, evolución y susceptibilidad a fármacos.
Son tratamientos oncológicos diseñados a la medida de cada paciente, basados en la expresión genética del tumor. La medicina personalizada permite en muchos de los casos, obtener mayores tasas de respuesta al tratamiento, con menor toxicidad y mejor calidad de vida.
Es la participación de diversos médicos y especialistas que pueden incluir oncólogos, cirujanos, radio-oncólogos, patólogos, ginecólogos, radiólogos, fisioterapéutas, nutriólogos, psicólogos, genetistas, enfermeras etc., con la finalidad de brindar un manejo óptimo e integral en el paciente con cáncer.
En la mayoría de los casos, los pacientes con cáncer requieren ser tratados con combinaciones de tratamientos que pueden incluir uno o más de los siguientes: cirugía, quimioterapia, inmunoterapia, terapia blanco, terapia endócrina, radioterapia, medicina nuclear, radiofármacos, entre otros. Lo anterior permite recibir tratamientos óptimos desde el punto de vista oncológico, aumentando las probabilidades de respuesta y disminuyendo la posibilidad de que la enfermedad regrese.
Son estudios que analizan e identifican las diferentes mutaciones genéticas del tumor y las correlacionan con tratamientos que pueden combatir la enfermedad de forma dirigida. Es una herramienta muy útil en el diseño y precisión del tratamiento personalizado tanto en etapas tempranas como en etapas avanzadas del cáncer.
Es la toma de un fragmento de tejido tumoral para obtener un diagnóstico preciso del tipo de cáncer que se va a tratar. Existen biopsias que se llevan a cabo mediante un procedimiento quirúrgico. Biopsias en las que se obtiene tejido mediante la punción con agujas o dispositivos percutáneos especiales y que normalmente se practican con el apoyo de guía ultrasonográfica o tomografía computada en tiempo real. Una modalidad muy novedosa es la biopsia líquida, útil para la identificación de células tumorales circulantes en sangre y mutaciones asociadas.
Es el análisis de una muestra de sangre del paciente para la identificación de células tumorales circulantes y mutaciones específicas de algunos tipos de cáncer.
Los pacientes con tumores en etapas tempranas pueden tratarse con cirugía en la mayoría de los casos. Algunos pacientes con cáncer en etapas avanzadas se pueden beneficiar de algunos procedimientos quirúrgicos que ayudan a mejorar síntomas.
Es un estudio muy utilizado en pacientes oncológicos que permite establecer con gran precisión los sitios y órganos en donde existe enfermedad por cáncer, así como la valoración de respuesta al tratamiento instalado. Normalmente se utiliza un radiofármaco llamado fluorodesoxiglucosa 18 (FDG-18).
Los objetivos del tratamiento para estos pacientes consiste en obtener una curación oncológica con remisión de la enfermedad a largo plazo, mediante una terapéutica efectiva, con la menor toxicidad y la mejor calidad de vida.
Es una lesión o tumor que ya tuvo la capacidad de viajar a otros órganos e invadirlos y se considera una etapa avanzada del cáncer.
Los objetivos del tratamiento para estos pacientes consiste en contener y reducir la enfermedad, mejorar los síntomas y ofrecer calidad de vida.
Es una terapia que incluye fármacos que ayudan a eliminar las células malignas y forman parte fundamental del tratamiento de muchos tipos de tumores. Por lo general la quimioterapia es de aplicación intravenosa, a través de un catéter puerto, aunque también existen algunos medicamentos que pueden ser de administración oral.
Son medicamentos que actúan de forma dirigida sobre moléculas o receptores de las células malignas. Son tratamientos más específicos, con menor grado de toxicidad.
Existen tumores hormono sensibles, como el cáncer de mama y el cáncer de próstata, los cuales pueden ser tratados mediante el bloqueo hormonal.
En la mayoría de los casos se recomienda que un paciente en tratamiento oncológico activo se practique estudios de sangre, orina y visite a su oncólogo para una revisión médica antes de cada aplicación de tratamiento. Esto es muy importante ya que permite al médico detectar toxicidades del tratamiento e identificar alteraciones en resultados de laboratorio. Dicha información es muy valiosa y permite al oncólogo médico tomar decisiones cruciales respecto a continuar con el plan de tratamiento, retrasar su aplicación, cambiar esquema de medicamentos, ajustar dosis e incluso suspenderlo.
Los medicamentos de quimioterapia actúan en el folículo piloso inhibiendo la replicación celular a ese nivel, por lo que en algunos pacientes puede existir pérdida de cabello de forma transitoria, recuperándolo una vez concluido el tratamiento de quimioterapia. Actualmente existen alternativas como la gorra de enfriamiento de cuero cabelludo, la cual reduce de forma importante la caída de cabello.
Sí, en ocasiones puede existir pigmentación obscura de la cutícula y fragilidad de las uñas, situación que puede ser reversible al término de los tratamientos. Es importante un cuidado meticuloso de las uñas con uso de algunos aceites protectores. No está contraindicado utilizar esmaltes.
En algunos casos la quimioterapia puede causar este síntoma, aunque actualmente existen medicamentos muy potentes que pueden utilizarse para eliminar la sensación de náuseas.
Existen algunos medicamentos muy útiles para el tratamiento del cáncer que pueden tener repercusiones en el funcionamiento del corazón. Es importante contar con un eco-cardiograma previo al inicio del tratamiento para conocer el estado cardíaco basal y monitorearlo con estudios subsecuentes. Es fundamental una vigilancia estrecha del oncólogo médico y del cardiólogo para hacer los ajustes pertinentes en el tratamiento del paciente.
Existen algunos medicamentos de quimioterapia como los taxanos y platinos que son muy efectivos en el tratamiento de ciertos tumores, pero que como efecto secundario pueden causar neuropatía con daño a nervios periféricos sensitivos y/o motores. Es importante monitorear el grado de neuropatía para valorar la necesidad de tratamiento con neuromoduladores, ajustar dosis de quimioterapia o implementar algún curso de fisioterapia. En la mayoría de los casos la neuropatía es reversible.
Sí, los tratamientos de quimioterapia-radioterapia pueden disminuir significativamente la fertilidad de los pacientes. Es importante que los pacientes jóvenes que se encuentran en su etapa reproductiva, platiquen con su oncólogo acerca de métodos de preservación de la fertilidad como lo es la crio-preservación de óvulos o espermatozoides. Existen actualmente centros de fertilidad con ginecólogos especialistas en reproducción que ofrecen alternativas en estos casos.
A través de una alimentación balanceada, rica en vegetales y frutas e hidratación adecuada. Algunos suplementos vitamínicos también pueden contribuir al fortalecimiento del sistema inmunológico. Se recomienda siempre realizar actividades que liberen estrés, tales como ejercicio, meditación, lectura, artes, escuchar música relajante y convivir con seres queridos.